La vieja sirena José Luis Sampedro Ed. Planeta de Agostini Colección grandes autores de la narrativa actual 670 páginas en dos tomos
Sinopsis
En el siglo III d. C., una misteriosa mujer de origen desconocido recorrerá los territorios de un imperio que se desmorona hasta llegar a Alejandría, donde conocerá a dos hombres que marcarán inexorablemente su destino: Ahram, el Navegante, un hombre de acción sediento de poder, y el filósofo Krito, poseedor del don de la palabra, hombre y mujer a un tiempo.
Crítica
"La vieja sirena es, en apariencia, una historia sencilla, bien estructurada e indeciblemente bien escrita, con un complejo entramado de signos, que atrapa al lector con la historia de la sirena de los muchos nombres, y que ya no lo soltará hasta que él mismo se convierta en el nexo entre pasado y presente.
María José Navarro, en Reseña, Nº 215, marzo de 1991.
Por fin el pasado Miércoles tuvimos la primera reunión del Club de Lectura. Realmente ni siquiera está claro si es un Club, una tertulia o que sé yo. Tampoco tenemos nombre.Lo que está claro es que las once personas que nos congregamos en la bibliotequita del Cole de Pulianas estamos interesadas en hacer algo bonito intercambiando pareceres sobre los libros que vamos leyendo. El primero ha sido “El segundo hijo del mercader de sedas” un libro del granadino Felipe Romero. Narra, en primera persona, la vida de Alonso de Lomellino. Su infancia en casa del padre, el próspero negociante veneciano Esteban Lomellino. En esta primera parte se va pintando un fresco en el que se muestran aspectos notables de la geografía, la economía, la sociedad, la historia de la Granada de 1600. Alonso crece a la sombra de un padre omnipotente y con algunas sombras que conmueven la inocencia del infante. En la segunda parte de la novela asistimos a la preparación e ingreso en la Iglesia del joven Alonso a instancias de su padre y de común acuerdo con el todopoderoso Arzobispo de Granada D. Pedro de Vaca. Asistimos a la peripecia increíble de los libros plúmbeos y de los intereses que se mueven a su alrededor. A su formación ortodoxa en el Colegio Catalino y en la Universidad, completada con otra más sorprendente de manos del morisco Alonso del Castillo. Las falsificaciones plúmbeas aplastadas sin titubeos por la Inquisición y que darán lugar a la expulsión de los moriscos y a la postre con la salida de la familia Lomellino de Granada. Aquí asistimos al primer acto de rebeldía de este hombre pusilánime, que por una vez en su vida se niega a obedecer a su padre. La tercera parte del libro transcurre en el plácido convento de los Carmelitas Descalzos dónde Alonso cree haber encontrado por fin la paz, aunque esto solo sea un espejismo. Cástor como coordinador del grupo animó la conversación atento a dar la palabra a quien lo solicitaba. Tal vez un poco atropellada, pero la conversación fue fluida y animada. Hablamos del carácter pasivo del prota, de sus increíbles relaciones amorosas, del papel de la mujer en la novela y en esa época. También hablamos de los libros plúmbeos, contrastando su veracidad histórica, de la abadía y del camino del Sacromonte, de la geografía granadina, de María la Miel y de la calle Lepanto. De la expulsión de los moriscos y sus consecuencias para la historia de Granada. Del choque entre diversas concepciones religiosas, del Islam y el Catolicismo, y de las versiones de éste. Por otro lado hemos planeado para el tercer domingo de Marzo una ruta literaria siguiendo los pasos de nuestro héroe por el Albayzin y la Calle Lepanto. Parece ser que todavía algún mesonero de la zona puede darnos noticia de nuestro Alonso. Debatimos sobre los próximos libros a leer y nos despedimos. En el aire flotaba una mezcla de incertidumbre y entusiasmo, pero creo hablar en nombre de todos si digo que pesaba sobre todo el sentimiento de haber pasado una tarde muy agradable. De eso se trataba. José Luis
